Cuando leo “La Sociología desde América Latina” con el Dr. Daniel Camacho y comentarios del Ph.D. Leopoldo Artiles.

Por: Arlette Pichardo Muñiz (*)

Cuando leo “La Sociología desde América Latina” con el Dr. Daniel Camacho, es el título de la conferencia magistral organizada por la Escuela de Sociología de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), primada de América, en el marco de la celebración del 483 aniversario de su creación.

La conferencia con la presencia del maestro Alexi Martínez, decano de la Facultad y la organización de la maestra Marina Ortiz, directora de la Escuela, quienes ponderaron los aportes de la Sociología y del conferencista, forma parte de la celebración del Día de la Sociología en República Dominicana.

Dicha celebración se conmemora el 18 de octubre, por el nacimiento de Pedro F. Bonó. Re-conocido como el Padre de la Sociología Dominicana y conocido por su novela El Montero y sus obras completas recopiladas por Emilio Rodríguez Demorizi bajo el título de Papeles de Pedro F. Bonó.

¿Quién es Daniel Camacho? Una figura de la Sociología Latinoamericana cuya trayectoria es difícil de resumir en pocas palabras.

Nace en Costa Rica y como toda la juventud de su época en busca de anhelos de justicia social, estudia Derecho. Para pronto encontrar su verdadera vocación, graduándose de la licenciatura en Sociología; y, posteriormente, obteniendo un Doctorado en Estudios Sociales en Francia.

Daniel Camacho ostenta el Premio Rodrigo Facio, el más renombrado galardón de Costa Rica, una especie de Premio Nobel a nivel nacional. Instituido en reconocimiento a personas destacadas por su aporte al desarrollo político, social y económico y de justicia social.

En su alma mater, la Universidad de Costa Rica, de la cual es profesor Emérito, ha sido Secretario General del III Congreso Universitario (una especie de Reforma de Córdoba), Director del entonces Departamento de Ciencias del Hombre, primer Decano de la Facultad de Ciencias Sociales, gestor y primer Director del Instituto de Investigaciones Sociales, Director de la Revista de Ciencias Sociales, director de mega proyectos de investigaciones sociales, tutor de decenas de tesis y profesor de centenares de estudiantes.

En conjunto con Edelberto Torres-Rivas (1930–2018), otra figura emblemática de la Sociología latinoamericana, impulsa desde el Consejo Superior Universitario de Centro América (CSUCA) la creación de licenciaturas de Sociología en diversas universidades.

Ha asumido el liderazgo en dos de los tres espacios mas importantes de la sociología crítica latinoamericana. Secretario General de la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO) que hace poco le otorga el título de Doctor Honoris Causa y Presidente de la Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS).

Su amplia producción académica está compilada y disponible en la Universidad de Costa Rica y su biografía ha sido sistematizada por el Colegio de Profesionales en Sociología de Costa Rica, entidad que ha instituido un premio con su nombre.

La vida de Daniel Camacho tiene múltiples otras facetas, defensor de los derechos humanos, protector del ambiente, líder político. En fin, un académico de alta valía y profusa producción, un respetado y admirado profesor de generaciones, un impulsor de ideas transformadoras; pero sobre todo y ante todo, un mentor de la Sociología latinoamericana.

El maestro de maestros y maestras, fiel a la rigurosidad académica que le caracteriza, introduce su conferencia diciendo que se trata sólo de una reflexión, no de una reconstrucción de la historia de la Sociología.

Una interpretación de su emergencia y transformación, en tanto fenómeno cultural asociado con el modelo de de acumulación (global y local), analizando las opciones teórico-metodológicas que se han fortalecido desde la Sociología Crítica, en respuesta a las concepciones dominantes, y reflexionando sobre las eventuales compatibilidades entre ellas.

Parte de la definición operacional de Sociología, de Georges Gurvitch (1894–1965): “estudio de los fenómenos sociales totales (…) a fin de seguir sus movimientos de estructuración, desestructuración, reestructuración y dispersión en relación con la Historia”.

Plantea que se acerca al desarrollo de la Sociología Latinoamericana centrándose en cinco hitos (sin describirlos, pues considera que son conocidos), sino analizándolos a la luz de un marco de análisis, que todavía no se atreve a denominar como marco teórico o metodológico.

Y que, en su incipiente formulación actual, relaciona las categorías de patrones de acumulación de riqueza y poder (en los niveles local y global y sus interacciones); cultura, la Sociología como uno de sus múltiples componentes; y resistencia de los sectores subordinados. Entendidos éstos últimos como sectores oprimidos (campo cultural), explotados (campo de la producción), excluidos (campo político) y humillados (campo de la dignidad y de los derechos humanos).

Subraya que es obvia la inspiración en las ideas de Pablo González Casanova, Pierre Bourdieu, Michel Foucault y Karl Marx y organiza el recorrido, destacando temas y autores, en tres momentos: etapa de los pensadores sociales, la Sociología auto denominada “científica”; y, la Sociología comprometida.

La etapa de los pensadores sociales, la califica como “profusa, sólida, rigurosa y admirable producción de pensamiento social antes, durante y después de los procesos de independencia de América Latina, continuados en las épocas de la consolidación del Estado-nación, el expansionismo estadounidense y su rivalidad con el europeo, la tardía independencia cubana y la revolución mexicana”.

Los pensadores sociales, en torno a las ideas de libertad, soberanía, antiimperialismo, igualdad, laicismo, los reúne en dos grupos cronológicos y cita un número de ejemplos, reducidos pero significativos, que contribuyen a fortalecer los valores del liberalismo político, lo que constituye un gran avance para occidente.

La Sociología “científica”, cuyo tema central es el desarrollo y el subdesarrollo concebido como retraso, considera a la etapa de los pensadores sociales como no “científica”, el carácter científico se inspira en el funcionalismo de factura estadounidense y en la rigurosidad de la aplicación de métodos y técnicas de investigación cuantitativa.

Al respecto cita antecedentes excepcionales, la vertiente de la Sociología histórica-estructural y dentro de ella la teoría de la dependencia y sus corrientes (centro-periferia y clasista-imperialismo).

En la Sociología comprometida, el estudio de la sociedad para su transformación, a partir de los desarrollos de la investigación-acción y la investigación-participante, destaca el papel de sus principales referentes: Asociación Latinoamericana de Sociología (ALAS, 1950), Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO, 1957) y Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (CLACSO, 1967).

¿Qué entender por pensamiento crítico? plantea que se ha convertido en un lugar común, utilizado a menudo sin el rigor necesario. Y, al respecto, hace un paréntesis para referir su fundamento filosófico desde Enmanuel Kant y el extraordinario autor Karel Kosík, de cuyo libro Dialéctica de lo Concreto, cita “el fenómeno muestra la esencia y, al mismo tiempo, la oculta”.

En el marco del pensamiento crítico como respuesta, destaca los aportes del feminismo. Considerando que es el único movimiento social que ha generado un pensamiento crítico sistemático que ya se puede decir desarrolla una perspectiva epistemológica sólida, aunque todavía en construcción.

La idea de raza y su invención en la colonización europea de América, también ocupa un espacio importante en su disertación. En honroso reconocimiento a otra figura emblemática de la Sociología Latinoamericana: Anibal Quijano (1928–2018), conocido por sus estudios de decolonialidad.

¿Son compatibles entre si las perspectivas del pensamiento crítico? se pregunta.

Ante esa interrogante crucial advierte la tensión entre las tendencias de las teorías de rango o alcance medio y el temor ante enfoques globales o macroscóspicos.

Finaliza su exposición destacando que estamos ante un nuevo patrón o tipo de acumulación centrado en las transnacionales de base tecnológica y en el crimen organizado. Y, concluye, por ahí viene la resistencia, apropiarse de la tecnología y ponerla al servicio de los grandes desafíos nacionales.

En su papel de comentarista el Prof. Dr. Leopoldo Artiles Gil, del Consejo Técnico de la Escuela de Sociología de la UASD, destaca el importante llamado a comprender a la Sociología Latinoamericana empalmada con estadios y formas de acumulación que, a su vez, se relacionan con formaciones culturales y resistencias específicas.

Reitera y amplía los aportes de autores latinoamericanos mencionados por el Prof. Camacho que, en su momento, se constituyeron en comunidades de pensamiento con visión crítica de notable incidencia en los movimientos de estructuración, desestructuración, reestructuración de la Sociología y otras disciplinas, como la educación de Paulo Freire, incluso más allá de América Latina y el Caribe.

Destaca que la Sociología Latinoamericana se abre un espacio que le permite dialogar con la Sociología en otras partes del mundo y cita ejemplos concretos.

Menciona diferentes aproximaciones de la sociología hoy en día en boga, como el modelo de la sociología basada en la experiencia, el modelo de la sociología neoestructuralista sustentada en análisis de redes, el modelo etnográfico en sus distintas variantes y otra diversidad de modelos, algunos surgidos en otras realidades pero con sello propio latinoamericano, que se corresponden con diferentes modalidades de acumulación y resistencias, para hacer referencia al paradigma presentado por el Prof. Camacho.

Culmina sus comentarios planteando que esos desarrollos deben estar en la mira de construir un diálogo, que nos lleve a líneas de investigación.

Cuando leo “La Sociología desde América Latina” con el Dr. Camacho, escucho la exposición del colega y amigo y los comentarios del también colega y amigo Artiles, se fortalece en la confianza de atrapar la esperanza (algo tan ausente en estos tiempos).

Y, con ella, en ella y a partir de ella (la esperanza), la renovación de la energía creadora para continuar aportando en procesos de construcción colectiva de la Sociología desde América Latina.

(*) Este escrito es un resumen realizado por la autora con fines de aprendizaje. El contenido completo de la disertación del Dr. Camacho y los comentarios del Dr. Leopoldo Artiles Gil están disponibles en el Facebook de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD) https://www.facebook.com/Economiauasd/videos/977726656288270/