Cuando leo “El próximo domingo 2 de febrero elecciones municipales en Costa Rica”
El próximo domingo 2 de febrero se llevarán a cabo elecciones municipales en Costa Rica. Llama la atención que este país con tradición de elección democrática de las autoridades presidenciales y legislativas, es hasta el 2002 que celebra por primera vez elecciones para elegir sus autoridades municipales. Anteriormente, alcaldes o alcaldesas eran designados por los consejos municipales respectivos. De cara a esta nueva elección, buscando en el baúl de los recuerdos, me encuentro con un artículo que publiqué hace 10 (diez) años “A propósito de las elecciones municipales”, una reflexión surgida a partir de un trabajo más amplio publicado bajo el título de “Conversando con Alcaldes y Alcaldesas de Costa Rica. Una mirada a la Gestión Municipal del Desarrollo Urbano”. Y, me pregunto, ¿cuánto se habrá avanzado desde entonces?. Sí es qué, acaso se ha avanzado en esta y otras tareas bajo la responsabilidad de las municipalidades. Ahí les dejo el artículo.
A PROPÓSITO DE LAS ELECCIONES MUNICIPALES
El próximo domingo 5 de diciembre, por tercera vez consecutiva, Costa Rica se apresta para elegir Alcaldes y Alcaldesas, Vice Alcaldes y Vice Alcaldesas, Síndicos y Síndicas, Concejales, Intendentes o Intendentas Municipales, Vice-Intendentes o Vice-Intendentas e Integrantes propietarios, propietarias y suplentes de los Concejos Municipales de Distrito.
Aproximadamente, 5.000 líderes políticos recibirán el mandato de gobernar en sus respectivos ámbitos locales, durante prácticamente 6 años, pues en esta elección — y de manera excepcional — el período de nombramiento se ha extendido; y será hasta febrero de 2016, que más de 2,8 millones de costarricenses votantes tendrán la oportunidad de volver a elegir a sus representantes locales.
“Conversando con Alcaldes y Alcaldesas de Costa Rica”, que es el título de un estudio publicado por el Centro Internacional de Política Económica para el Desarrollo Sostenible (CINPE) de la Universidad Nacional (UNA), bajo la responsabilidad de quien suscribe, plantea que más allá de las realizaciones municipales habituales (recolección de basura, vialidad y obras públicas) surgen una serie de preocupaciones de cara a la Gestión Municipal del Desarrollo Urbano.
Preocupaciones. Hoy en día el tema del territorio y la localización de las actividades se han convertido en una de las preocupaciones centrales de los estudios sociales y económicos. De ahí surgen nuevos ámbitos de actuación a nivel municipal y local: la gestión y regulación urbana, la inversión en desarrollo urbano, el desarrollo económico local (DEL), la educación y el ambiente en la agenda municipal, el presupuesto participativo municipal, los servicios públicos municipales y el desarrollo local, el manejo de la Zona Marítima Terrestre y de territorios particulares como las franjas periurbanas y las zonas de paso, la cultura como parte de la gestión municipal, el rescate y peatonización de los cascos urbanos, la preservación del patrimonio histórico-arquitectónico y el turismo en la ciudad, entre muchos otros.
Asumir tales responsabilidades, en conjunto con la seguridad ciudadana, sin lugar a dudas, el tema No 1 en la agenda nacional, cuya atención corresponde al gobierno central, implica redefinir la esencia de la gestión municipal; encaminándose hacia una gestión articulada, con capacidad de concertación y armonización de intereses y propósitos, entendida y practicada en forma proactiva, bajo el reconocimiento de que el factor clave, más allá de la búsqueda de posicionamiento político-partidarios, es la gestión humana: la firmeza del compromiso técnico para el desarrollo de capacidades constantes y permanentes de construcción colectiva, el seguimiento y la evaluación como conducta institucional.
Amén de la importancia de la gestión humana, el otro aspecto fundamental es el relacionamiento entre las instancias de toma de decisiones, en particular los mecanismos de comunicación y las vinculaciones respetuosas entre Alcaldes y Alcaldesas y Concejo Municipal.
Problema de recursos. Una preocupación esencial son los recursos. La riqueza debe redistribuirse en el territorio en que se genera. El traslado del cobro del ahora Impuestos de Bienes Inmuebles (IBI); así como, la administración de los ingresos generados por permisos de construcción y patentes, en Costa Rica abonan a esa concepción. Empero, solamente una administración sana y eficiente puede lograr que las personas, empresas y otras instituciones estén en interesadas en tributar para su propio desarrollo. De modo que el círculo virtuoso para enfrentar la morosidad, una de las principales dificultades de las finanzas municipales, es el manejo financiero responsable y la utilización de mecanismos innovadores, no solamente de generación de ingresos; sino también de redistribución de los mismos.
La mejora en la efectividad de los mecanismos (vías y órganos) de la participación social en la Gestión Municipal, la creación y fortalecimiento de condiciones para una efectiva rendición de cuentas municipales y entender la importancia de la mancomunidad municipal para enfrentar iniciativas y proyectos de envergadura, como por ejemplo el Alcantarillado Sanitario, pueden ser claves para la organización del territorio con base en la especialización productiva y de prestación de servicios a nivel local, el otorgamiento de prioridad a las intervenciones viales para reorganizar el transporte y el tránsito y lograr que las entidades financieras se interesen más en el desarrollo económico local y la gestión de riesgos, asumir en todos sus alcances el mandato legal del Código Municipal de la política de género Municipal y llevar adelante programas y acciones de reafirmación positiva para la inclusión de personas con problemas de discapacidad.
Ojalá que quienes sean electos y electas el próximo domingo no se conformen con administrar el presente; y tengan presente que, durante su mandato y aún más cuando éste termine, seguirán siendo munícipes.